La observación de nuestra
estrella, aunque es sencilla, puede ser muy peligrosa si no se realiza con las
debidas precauciones y con el material adecuado para la protección de nuestra
vista. Aunque diariamente podemos observar la cambiante superficie solar con
sus manchas desplazándose por su superficie,
es en los eclipses de Sol, cuando más nos atrae su observación.
Hace unas décadas, cada vez que
se anunciaba que un eclipse solar podría ser observado desde una localidad, sus
habitantes se proveían del material que pudiera atenuar el intenso brillo del
disco solar, sin tener en cuenta si realmente estaba filtrando la radiación
perjudicial de nuestra estrella. Era habitual ver como se usaban radiografías,
negativos velados de fotografías, e incluso se ahumaban cristales para poder
echar un vistazo al Sol, pero realizar una observación constante con tales
instrumentos podría dañar la vista.
Actualmente existen en el mercado
gafas de cartulina para observar eclipses a precios muy económicos (menos de
5€) que tienen un par de filtros específicos para contemplar la evolución de un
eclipse a simple vista. También existen filtros que se pueden acoplar a los
telescopios o prismáticos y que además del eclipse nos permite observar las
manchas solares que se ven en su superficie. Incluso hay telescopios especialmente
fabricados para la observación solar, con un filtro específico llamado H-alfa
integrado dentro del tubo, que permite en cualquier momento, contemplar las
protuberancias solares emergiendo del borde del Sol.
Pero si no tienes la oportunidad
de proveerte de este tipo de filtros, te ofrecemos un par de consejos para
observar un eclipse solar sin peligro alguno y con un costo casi nulo:
Hacer una sencilla cámara
oscura. Escoge una ventana orientada hacia el Sol, la cubres con una
cartulina o papel de aluminio, le haces un pequeño agujero de un par de
milímetros de diámetro, y proyectas el fino haz de luz que sale de ella en un
folio blanco. Aléjalo lo más posible (por lo menos un par de metros) para ver
el disco solar lo suficientemente grande. Es importante que la habitación esté
lo más oscura posible. Esto mismo se puede hacer usando una caja de cartón.
Proyectar la imagen de un pequeño
prismático o un telescopio sin filtro. Si no tienes filtro, no observes
nunca el Sol a través de un telescopio o un prismático, simplemente pon una
cartulina blanca detrás, y proyecta la imagen que sale del ocular sobre la
misma, enfoca y veras incluso las manchas solares de mayor tamaño.
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