En agosto de este año, el astrónomo amateur Terry
Lovejoy, desde los cielos oscuros de Australia descubre el que sería su quinto
cometa. Se trata del cometa c/2014 Q2 que actualmente se aproxima al Sol
permitiendo ser visible desde los cielos canarios a partir de mediados de
diciembre, incluso podría llega a verse a simple vista como una pequeña nube en
un cielo muy oscuro durante el periodo navideño.
C/2014 Q2 (LOVEJOY)
fue descubierto el 17 de agosto, usando un telescopio mediano de 20cm cuando
sólo era visible desde el hemisferio sur. Es un cometa de periodo largo, tarda unos
11.500 años en realizar una visita al interior del Sistema Solar, aunque
probablemente las perturbaciones del actual acercamiento alterarán su órbita,
reduciendo su periodo a unos 8.000 años. En su acercamiento al Sol pasará el 8
de enero a su distancia mínima a la Tierra, que será de unos 70 millones de km
el 8 de enero, que es cuando más brillante lo veremos. Se estima que podría
llegar a ser visible a simple vista, pero con los cometas, ya se sabe, nunca o
casi nunca cumplen con nuestras expectativas, sólo hay que recordar el Gran
Cometa del 2013, el cometa ISON, que sería unas 15 veces más brillantes que la
Luna y al final nos defraudó a todos, deshaciéndose en su encuentro con el Sol.
Desde hace unas
semanas es visible con prismáticos desde el hemisferio sur, observándose tenuemente,
y con una pequeña cola que va creciendo paulatinamente.
A partir de mediados de este mes de diciembre ya podremos comenzar a
visualizarlo desde Canarias sobre el cielo del horizonte sur, con magnitud 6,
por lo que será necesario unos pequeños prismáticos para localizarlo. A final
de año y comienzo del próximo se espera que supere la magnitud 5, cruzando las
constelaciones de Lepus, Eridano y Tauro. (ver imagen)
¿Cómo observarlo?
Aunque se puede ver
a simple vista como una pequeña nubecita esférica, lo ideal es usar unos
prismáticos para apreciar su cabellera. Su cola, que siempre estará apuntando
en dirección contraria a la posición del Sol, casi no será visible durante unas
semanas al estar, desde nuestro punto de vista, detrás del cometa. Los mejores
días serán aquellos en los que la Luna no moleste con su brillo, por ejemplo
hasta el 28 de diciembre, a medianoche, tras la puesta de nuestro satélite. O a
partir del día 8 de enero, en la primera mitad de la noche y antes de que la
Luna salga sobre el horizonte.
Sacar una imagen
del cometa es relativamente sencillo, apuntar la cámara, enfocar y realizar
diversas fotografías con tiempos de exposición desde un segundo hasta incluso
medio minuto, dependiendo de lo oscuro que esté nuestro cielo. Los que posean
telescopios motorizados podrían intentar obtener una bonita imagen el día 29 al
encontrarse casi delante del cúmulo globular M79.
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